Esta es una parte del texto que se leyó durante el Encuentro “Modos contemporáneos de la exclusión“. Todo el texto se sigue trabajando. La idea es intervenir el texto con otros textos. Aquí una muestra, lo que trabajó José Francisco Barrón Tovar.
Ana María Martínez de la Escalera
Pensando que todo estudio debe comenzar por inscribirse en una temática o en un problema determinado o manera de dirigirse a un asunto, convendrá hacer estas primeras consideraciones:
Primera consideración:
El “racismo” es (también) una palabra[1]. ¿Por qué «también»? Porque de un título que contuviese la expresión “racismo” se esperaría que tratara, justamente, del hecho concreto del racismo y no de la simple denominación. Pero nada es simple en esta vida, ni siquiera las denominaciones; por el contrario, las dificultades empiezan en la denominación. Llamar a algo por su nombre es dotarlo de una serie de significados (compartidos o rebatidos) que atentan contra la inmediatez del acto de nombrar: así de sutil (o mediada por relaciones de poder) es la distinción no entre denotar y connotar sino entre los hablantes y sus acciones. Por lo tanto cuando haya una palabra de por medio en alguna cuestión a tratar (¿y cuando no hay una palabra de por medio?) resulta conveniente investigar esas mediaciones, esas prácticas dominantes, hegemónicas o críticas a través de las cuales los usos de la expresión “racismo” producen efectos específicos. A este respecto se ha dicho que ella es un concepto, una descripción, una noción demagógica, una influencia des-politizante, des-historizadora, etc. En efecto: el racismo se conduce como un concepto, o bien, como un medio para referirse a cosas, estados de cosas, fenómenos o hechos concretos. Dependiendo de los contextos discursivos de uso ─interpretativos, descriptivos, erísticos (académicos, éticos o políticos)─ su fuerza semántica transita del saber y sus usos académicos a los políticos, pasando por su ideologización (Teoría del racismo) y politización (Crítica del racismo). Sabemos que el racismo aparece como elemento de teorías racistas sobre el racismo, teorías críticas sobre el racismo, prácticas discriminatorias y prácticas de resistencia u de ofensiva contra la discriminación. Por lo general suponemos al referente social (racismo practicado en una ley, en una acción o acto de cualquier tipo) anterior y exterior al acto de nombrar a través del discurso y más determinante que la misma palabra. Es decir que determinada o no por la historiografía, el relato periodístico, la instantánea o el video, la acción racista se destaca por sí sola. Pero lo anterior no es del todo cierto: por ejemplo hoy en día el racismo es el atributo del otro y no parece haber juez que no sea parte. Analizar esta complejidad semántica es imprescindible.
Segunda consideración:
Así también hay que recordar que los significados del vocabulario del racismo[2]suelen fundirse, confundiendo la descripción y su interpretación o comprensión. Como si en el insulto racial que acompaña la segregación, el racismo no fuera practicado, llevado a cabo mediante la interpelación, precisamente al insultar y cuandose insulta y al responder de cualquier forma a esa circunstancia. Se trata en cualquier caso, por cierto, de un acto específico contextuado: proferir un insulto racial o étnico es ante todo un acto y como tal debe ser estudiado. En efecto, la anterioridad y exterioridad del referente social en relación con el discurso, no es siempre el caso.
[1]Probablemente «raza» procede de una forma semiculta de la palabra latina ratio,onis con lo cual el significado de cálculo o cuenta se agrega a la historia de sus usos. Este significado permite suscribir la tesis foucaultiana según la cual la tecnología demográfica asumida por los estados modernos utiliza el cálculo poblacional como procedimiento disciplinario, de vigilancia y de control. (Aquí hay aún una discusión abierta) En efecto concordamos con M.F. en que la noción de raza aparece en la modernidad en el interior de usos biopolíticos. Pero habrá que tener presente que en el siglo XV significa casta, linaje, calidad de origen (donde raza es el linaje que puede ser demostrado, con papeles por ejemplo como en la España antes de la conquista de américa. Posee un cierto significado zoológico pues nombra cada uno de los grupos en que se subdividen las especies y cuyos caracteres diferenciales se heredan. Se usa para decir la calidad de alguna cosa en el siglo XX como si pudiera penarse que han cosas sin “raza” sin determinantes de calidad (siglo XIX).
[2]El vocabulario del racismo no es la suma de significados diversos que ha recibido la palabra a lo largo del tiempo y de sus empleos. Más bien es el despliegue de las relaciones de sentido o modelos semánticos que se han ido configurando a lo largo de su devenir. Por ejemplo: el modelo racista de la teoría de las razas, el modelo crítico-moderno (raza/cultura), el modelo ilustrado (raza/humanidad), etc.