“¿Quién hace política? Butler, Rancière, Deleuze”

José Francisco Barrón Tovar

INTRODUCCIÓN

Hay que enunciarlo sin contratiempos: no habría manera, el día de hoy, de pensar la subjetividad, si no se lo hace políticamente. La reafirmación de la reflexión contemporánea sobre las subjetividades —de acción, de enunciación, de sensibilidad, de pasión, etc.— sólo es posible llevarse a cabo si se acepta lo político como su ámbito. Y si se trata de pensar lo político, en el día de hoy, habría que dejar de lado una inmensidad de hábitos de pensamiento, y habría que diagnosticar (describir-inventar-críticamente) más bien, la constelación problemática de lo que acontece realmente como este hoy. En esta constelación es cada vez mas urgente repensar unos problemáticos actores politicos contra los modos contemporaneos de concebir la subjetividad: ahistórica, apolitica, presente e idéntica a sí misma, manipulable.

Gilles Deleuze, Jacques Rancière, Judith Butler, tratan de pensar esa constelacion problematica de lo politico y el quién adecuado a ella. Y es que su labor teorica se confunde con una diágnosis crítica de la constelación gobernante que tiene como componente la fragmentación de las contiendas políticas y la desaparición de un sujeto revolucionario total con la figura del proletariado, incluso del pueblo. Tales problematicas son contiguas a —si no es que provocan- transformaciones en las maneras de ejercer el poder y el control de los cuerpos para unos mayores y mas eficaces sometimiento y explotación, que se eiercen ahora de unas maneras mas singulares y locales, mas adecuadas a las circunstancias. Alain Badiou ha determinado claramente la cuestion como “los límites de nuestro pensamiento sobre el problema de lo negativo y de la organización política”.

*Texto completo

Participaciones en el Museo de la Mujer

En defensa de los derechos sexuales y reproductivos

Primera parte

Segunda parte

Tercera parte

Cuarta parte

Taller sobre derechos humanos y género

Primera parte

Segunda parte

Presentación de libro

“Alteridad y exclusiones. Vocabulario para el debate social y político”

Taller “Cuerpo, Género y Tecnología”

Sesión Francisco Salinas 

Taller “Perspectivas críticas sobre ciudadanía, género, derechos humanos y desarrollo sustentable”

Sesión Francisco Barrón

Sesión Lourdes Enríquez

Sesión Ana María Martínez de la Escalera

Sesión Elena León

 

Textos del libro “Figuras del discurso”

El pasado 5 de agosto fue presentado el libro “Figuras del discurso”. Acá les compartimos algunos de los ensayos que se encuentran en el libro:

“Subjetividad y cuerpos en resistencia”, Dra. Ana María Martínez de la Escalera

“Subjetividad y cuerpos en resistencia. Discusión sobre las contribuciones de Guattari”, participación de la Dra. Ana María Martínez de la Escalera en el Seminario: Figuras de la Exclusión de la UAEM.

*Escuchar el audio.

Tecnologías del yo/individuaciones no personales

Fragmento de la conferencia dictada durante el 1er. Coloquio “Cuerpo, Resistencia y producción de subjetividades. Deleuze y Foucault: resonancias y complicidades”

Francisco Barrón

Se ha hecho común el día de hoy, y de nuevo, en los movimientos político-sociales dar por hecha una cierta configuración producida de aquel que hace lo político. Dar por sentada una forma producida de, usemos de nuevo la palabra, sujeto político. Pero lo relevante no es que reaparezca el sujeto -en ciertas ocasiones defender una figura de sujeto puede ser adecuado-, no se trata de atacar sin sentido de nuevo al sujeto, como si de una plaga se tratara, lo que parece que debería llamar nuestra atención es el uso empirizante del concepto producción de subjetividades. Lo interesante, repitamos, es que en esos movimientos se asume un cuerpo producido por formas de opresión, violencia, sometimiento que funcionan de modo parejo y a las que que, por cierto pase mágico, puede resistir, contraatacar. Se dice ahora: “tal colectivo político se ha levantado para resistirse a esas relaciones sociales opresivas que lo han producido tal como es”. Pero allí valdría la pena ser prudentes.

Pues si bien lo mejor es solidarizarse con los colectivos en resistencia, dejar de ejercer el pensamiento implicaría deshonestidad, una alianza inconfesada, cierta forma de la despolitización. De allí que valdría la pena volver a cuestionar sobre los procedimientos de producción de cuerpos resistentes o en lucha. Pues lo importante aquí no es la conceptualización de los mecanismos de producción de sujetos, sino cómo nos conviene pensar que somos producidos por los mecanismos de sometimiento, explotación, opresión, para poder hacerles frente, creo, de manera más eficaz. ¿Acaso no parece que nos metemos en una aporía política cuando defendemos que aquellas individualidades o colectivos que luchan por liberarse, emanciparse o tener una vida digna, fueron producidos por esos mismos mecanismos a los que resisten? Como si las máquinas y las relaciones de degradación y sometimiento fueran las mismas que las de emancipación y liberación. Viejo problema de la emergencia de la figura del revolucionario o del emancipado. Tal problema se ha sorteado en los movimientos sociales recientes asumiendo de forma categórica el carácter producido de los individuos y, por ello, su consecuente posibilidad de ser modificados. Esto ciertamente permite prácticas interesantes, pero impide esa misma modificación de los individuos, la pone en entredicho, sostengo. Y suponer un espacio intocado de libertad, una potencia pura sin producir que permitiera lo político, hace un flaco favor para los mismos movimientos colectivos que buscaría sostener.